Es una situación bien conocida: aparece un tema controvertido sobre la mesa, y todos los comensales acaban posicionándose de forma férrea en torno a alguna opinión, que defienden como si fuera una gran verdad. Incluso si, antes de haber comenzado la discusión, nunca antes habían pensado sobre el tema.
¿Por qué se lanzan las personas a creer en opiniones, y a defenderlas como si fueran certezas absolutas? Cuando algún actor social como la política o la religión vende alguna doctrina, ¿por qué la compran?